Artículo de Montse Robles, psicoterapeuta y experta en duelo.
A lo largo del tiempo que llevo acompañando familias y personas he escuchado todo tipo de respuestas a esta pregunta: ¿Es posible encontrar sentido en la pérdida de una persona querida?
Hay personas que pueden hacerlo, pero hay quién se siente muy amenazada ante esta pregunta.
A veces hay que crear espacios de escucha, pero de ESCUCHA con mayúsculas, de este tipo de escucha que valida todos los sentimientos y emociones. Una escucha respetuosa, empática y libre de cualquier juicio donde la persona puede ser ella misma tal cual esté; destrozado/da y sin sentido para poder seguir viviendo. Es un tipo de escucha que se hace no solo con los oídos; se hace acompañada de miradas, de abrazos de alma y de silencios integradores. Espacios donde se habla un mismo idioma y dónde por el simple hecho de sentarse en estas sillas ya te estás entendiendo. Son lugares donde puedes hablar de cómo ha cambiado la nevera desde que él no está y son lugares donde el mundo se para, por un corto rato, para girar solos alrededor de la muerte de la persona querida y sus legados de amor.
Estos espacios son los que proporcionan los grupos de apoyo y acompañamiento al duelo.
Encontrar un poco de sentido en la experiencia de dolor que la persona está viviendo en las palabras de otra persona que está viviendo el mismo es sanador, reconfortante y esperanzador. Algunas de las personas que forman parte de estos grupos de apoyo comentan frases como:
- Una parte de mí puede reflejarse en el otro.
- Me he dejado llorar el corazón para poder hablar.
- Aunque pasen los años el dolor está y poder hablar de que en cada momento lo tienes en el corazón te ayuda por el simple hecho de compartirlo.
- Aprendemos los unos de los otros para poder ir sobreviviendo.
- Cada día, a cada sesión me llevo en el corazón un poco de cada cual porque me den fuerzas durante la semana.
- El grupo de duelo es un espacio donde, a pesar del dolor, se siente mucho de amor.