Artículo de Karla Conejero, psicóloga y psicoterapeuta.
Hoy me propongo escribir algo relacionado con la terapia y pienso en la cantidad de veces que me han preguntado cuándo se debería ir al psicólogo/a o comenzar un proceso terapéutico. En relación con esto, algo que podría ayudar a aclarar o zanjar este tema, sería pensar en ¿cuándo vamos al médico? Cuando nos encontramos mal físicamente, normalmente y sin cuestionarnos, solicitamos una cita al médico, pero ¿qué hay de la salud mental?, ¿le damos el mismo nivel de atención?
Según datos del último Congreso en Salud Mental en España (realizado el 16 y 17 de mayo en Madrid) 4 de cada 10 españoles aseguran no gozar de una buena salud mental y casi el 75% de la población está convencida de que ha empeorado para todos durante los últimos años. De hecho, la tasa de suicidios y autolesiones sobre todo en población adolescente sigue en aumento y es algo que debería alertarnos.
Así, una respuesta que podría dar la mayoría es que vamos o deberíamos ir cuando estamos mal, pero esa respuesta no es tan sencilla si pensamos que “estar mal” tiene una parte de subjetividad y eso implica que en una misma situación, podamos sentirnos de manera diferente. También es cierto que desde la psicología y a nivel de investigación, se reconoce que hay situaciones “universales”, que nos harían estar mal a la mayoría de nosotros, como puede ser la pérdida de un ser querido, estar atravesando una crisis de pareja o proceso de separación, sintomatologías que nos afectan y pueden llegar a incapacitarnos como ansiedad o depresión, entre otras.
En este sentido, me gusta pensar en la terapia como un espacio para conectar con lo que nos está pasando y desde ahí, se podría decir que siempre es oportuno. ¿Cuánto tiempo me doy para mí? ¿Estoy escuchando lo que necesito? ¿Esto que necesito lo obtengo o hay algo que lo está impidiendo? Y si miro más allá de mí, ¿cómo están mis relaciones/mi entorno? ¿Me gustaría que mejorasen?
Quizás el poder hacernos estas preguntas y las que vayan surgiendo, pueden ayudar a definir cómo nos encontramos y desde ahí, dar el paso a pedir ayuda en caso de que lo necesitemos. El espacio de terapia, como un espacio acompañado, sentir que no estamos solos, y la terapia como un espacio para pensar y sentir lo que nos está pasando, desde otro lugar, con más perspectiva y amplitud.
Desde Psicoterapia & Trauma Institute la puerta está abierta. Trabajamos a nivel de terapia individual, de pareja y familiar, tanto en sesiones presenciales como online.