Artículo de Montse Robles, psicoterapeuta y experta en duelo.
Cada vez es más común oír sobre el duelo, ahora que ya sabemos que se trata de un conjunto de estados emocionales que aparecen de forma natural después de perder un vínculo significativo para nosotros/as. La mayor parte de las veces lo entendemos después de la muerte de una persona querida.
¿Pero, qué pasa cuando tenemos toda esta montaña rusa después de que se nos muera una mascota? ¿Podemos decir abiertamente que estamos tristes porque hemos perdido un animal de compañía, por ejemplo? ¿Se puede dar este tipo de duelo? Evidentemente, dependerá de cada cual, pero los sentimientos son los que son y esto no es objetivo, sino que, en este caso, será totalmente subjetivo de cada persona y situación.
El duelo por la pérdida de las mascotas es uno de los duelos que se consideran desautorizados, ya que se considera erróneamente la pérdida de un animal como una pérdida menor y no se reconoce. Esta desautorización hace que las personas al transitarlo no puedan encontrar el apoyo que necesitan y que les sea difícil expresar los sentimientos abiertamente.
Las personas adultas a menudo encontramos herramientas que nos ayudan a gestionarlo, pero nuestros pequeños y pequeñas a veces se pueden sentir anonadados/as. Es por eso que, siempre que podáis, aprovechéis la oportunidad para enseñar a los niños/as a vivir las pérdidas, a gestionar los estados emocionales, a dejarse sentir la tristeza y a anticiparse, siempre que sea posible, creando recuerdos tangibles que perduren en el tiempo y nos hagan recordarlos. Estos días, en casa, nos ha tocado despedir a Sabrina. Por suerte, hemos tenido tiempo para hablar y preparar todo aquello que sentíamos nos ayudaba, sobre todo a la pequeña de la casa.
Os quiero dejar algunas ideas para poder trabajarlo y que habrá que perfilar en función de la edad y del grado de madurez cognitiva de los niños/as que tengáis:
- Hacerle fotografías e imprimirlas poniéndolas en un bonito marco para la habitación de los pequeños. También podéis crear álbumes digitales y practicar las herramientas TIC.
- Si fuera el caso que se decide dormir al animal, es conveniente hablar abiertamente de lo que significa la eutanasia y que es un acto de amor hacia las mascotas para que no sufran dolor innecesario, evitando así que pueda aparecer culpa por la decisión.
- Hacerle una imprenta de sus patitas, ya sea con tinta o con barro.
- Confeccionar una caja bonita donde poner todo aquello que haya sido suyo; la mantita, el juguete preferido, su collar o la cartilla del veterinario.
- Una vez se produzca la muerte de nuestra mascota podemos honrar su memoria dando a protectoras de animales aquello que no usaremos, guardando en la caja aquello que nos sea especialmente significativo.
- Hablar sobre lo que queréis hacer después con el cuerpo del animal; entierro o incineración, y de lo que significa cada cosa, aclarando las dudas que surgen sobre si después de muerto tienen frío o hambre, o si sienten dolor cuando los incineran, por ejemplo.
- Recordad que, si lo que queremos es que los niños puedan aprender de la dura experiencia, no es recomendable sustituir rápidamente a la mascota y siempre es conveniente que haya un tiempo de integración y de duelo.
- No minimicéis sus sentimientos diciendo que no pasa nada o que se tienen que hacer fuertes o fuertes, validad sus emociones y normalizad su tristeza.